Recientemente, tuvimos que tomar una decisión muy difícil con respecto a nuestro pastor alemán de dos años, Shadow. Fue diagnosticado por un conductista de animales como agresivo territorial, y nos aconsejaron que se volvería más agresivo con el paso del tiempo. También se nos dijo que no hay ningún método o medicación que se pueda dar para controlar este comportamiento que está en la genética.
Además, desde nuestra decisión, varias personas nos han aconsejado que todos los Pastores Alemanes son impredecibles y pueden cambiar en algún momento de sus vidas. ¿Es esto cierto?
-Nombre retenido por petición
Pat Miller, el editor de entrenamiento de perros de WDJ, nos responde esta pregunta. Miller, miembro de la Asociación de Entrenadores de Perros Mascotas, ofrece clases de entrenamiento de perros privadas y en grupo desde su base en Fairplay, Maryland. Para obtener información de contacto, haga clic aquí.
Miller responde:
Lamento que, en mi opinión, haya recibido una mala información. Hay muchas cosas que se pueden hacer para modificar el comportamiento agresivo, territorial o de otro tipo. Los protocolos de entrenamiento positivo que utilizan el contraacondicionamiento y la desensibilización suelen tener éxito en la reprogramación del cerebro de un perro para responder positivamente en lugar de negativamente al estímulo que causa la agresión en el caso de Sombra, alguien que se entromete en su territorio.
Sin embargo, no siempre es algo fácil de lograr. Un programa exitoso de modificación de la agresión requiere un manejo exquisito por parte del dueño del perro para evitar que éste ponga en riesgo la vida y la seguridad de los seres humanos mientras trabaja con un entrenador o conductista positivo y competente; un compromiso serio y a largo plazo con el programa de entrenamiento; y la voluntad y capacidad de hacer cambios en el entorno para evitar que los perros se expongan continuamente al estímulo ofensivo. En otras palabras, no se puede dejar a un perro territorialmente agresivo suelto, en un patio cercado donde se le somete a burlas y tormentos, corriendo suelto en su propiedad o en el vecindario, o atado con una cadena, y esperar que el comportamiento mejore.
Supongo que decidiste hacer la eutanasia de las Sombras. En un caso de agresión, cualquiera que sea la clasificación o las clasificaciones de la agresión, el pronóstico depende en gran parte de la voluntad y la capacidad del dueño de cumplir con el protocolo de entrenamiento, cuán intensa es la respuesta agresiva, cuán exitosa ha sido la estrategia de comportamiento (agresión) para el perro en el pasado, y cuánta práctica ha tenido, cuántos incidentes han ocurrido y por cuánto tiempo.
Prevención, no tratamiento
Los medicamentos pueden ser útiles en algunos casos, pero deben usarse como parte de un programa de modificación de la conducta en curso; no cambian la conducta por sí mismos. Trabajar con un entrenador durante el largo período de tiempo necesario para el éxito puede ser costoso. Si hay niños pequeños en el hogar no es apropiado ponerlos en riesgo. Puede ser que su conjunto de circunstancias fuera tal que no hubiera sido posible implementar un programa de modificación de conducta exitoso. Si ese es el caso, entonces, en mi opinión, la eutanasia puede haber sido la decisión más responsable y apropiada.
La tendencia a la agresión no es necesariamente genética, aunque la genética puede impartir una predisposición a la agresividad. Sin embargo, el medio ambiente también juega un papel muy importante. Un perro que pertenece a un árbol genealógico de 10 generaciones de perros amistosos puede volverse agresivo por un mal manejo y/o una falta de socialización, y un cachorro nacido con la genética para un comportamiento más agresivo puede, si es criado apropiadamente, ser bastante amistoso y seguro.
La mejor manera de curar la agresión es la prevención, mucha socialización temprana y un buen manejo del entorno para que el perro no se sienta obligado a defender su territorio. (Véase Canine Social Misfits, febrero de 2000.)
En cuanto a su pregunta sobre si todos los Pastores Alemanes son impredecibles y se volverán contra usted en algún momento, sólo puedo decir… ¡absurdo! Probablemente hay cientos de miles de pastores alemanes confiables y no agresivos en el mundo. He tenido el privilegio de conocer y amar a varios yo mismo. Cualquiera que crea o diga lo contrario está mal informado.