Por qué tu gato podría estar cojeando en su pata delantera o trasera y qué hacer para ayudar

Contrariamente al dicho popular, los gatos no tienen nueve vidas. Y no siempre caen de pie. De hecho, son mucho más vulnerables de lo que se podría pensar.

Además, pueden sufrir una variedad de problemas de salud similares a los que afectan a los seres humanos. Uno de esos problemas es la cojera.

A medida que los gatitos envejecen, sus cuerpos se debilitan y su salud general empeora. Aparte de la condición obvia de la piel y el pelaje del gato, uno de los signos más comunes de la vejez en las bolas de pelo felino es la cojera.

La cojera, sin embargo, puede ocurrir en todas las etapas de la vida, independientemente de la raza del gato, y generalmente se debe a lesiones o molestias.

Hay un gran número de razones que podrían estar causando esto. Algunas de ellas son bastante inofensivas y no requieren atención veterinaria de emergencia. Otras, sin embargo, pueden ser potencialmente mortales.

Es absolutamente posible que los gatos jóvenes y aparentemente sanos empiecen a cojear en una pata delantera o trasera de la nada. Los síntomas pueden ser persistentes, crónicos, o que ocurran sólo de vez en cuando.

Las causas más comunes son las lesiones físicas, las infecciones y los problemas de salud subyacentes como la artritis o la dislocación de las articulaciones. El cojeo de su gato también podría estar acompañado de los siguientes síntomas:

  • Falta de voluntad para sentarse, saltar, caminar o usar la extremidad afectada de cualquier manera
  • Desplazando el peso del cuerpo hacia atrás y adelante entre las piernas
  • Bultos con manchas hinchadas o heridas
  • Comportamiento agresivo al ser tocado o acercado
  • Fiebre y desorientación

Ya sea que su mascota sea un gatito, un adulto o un anciano, es crucial no descuidar el problema y no esperar a que el gato se mejore por sí solo.

Razones por las que tu gato podría estar cojeando

Infecciones

Una variedad de infecciones, tanto internas como externas, pueden hacer que su gato coja. Abscesos, calicivirus, enfermedad de Lyme, infecciones bacterianas por heridas y otras condiciones similares pueden fácilmente causar la cojera.

Si hay una herida en las patas, piernas o caderas de su mascota, lo más probable es que el dolor sea el origen del problema. Por otro lado, en algunos casos raros, trastornos como el calicivirus, que causan infecciones e inflamaciones, también pueden llevar al gato a cojear en las patas delanteras o traseras.

Lesiones

Hay una plétora de lesiones que resultan en una cojera, no sólo un esguince por un mal aterrizaje. Lesiones de la médula espinal, fracturas de huesos, desgarros de cartílagos o músculos, desgarros de garras, garras encarnadas, lesiones nerviosas en las piernas, cortes, quemaduras, picaduras de insectos, rupturas de ligamentos… la lista de posibles culpables sigue y sigue.

Debido al hecho de que los gatos usan maullidos, chirridos y otros sonidos inhumanos, tu mascota no podrá decirte si se ha herido mientras no la mirabas. Por lo tanto, a menos que la lesión haya dejado una marca visible, el cojeo será la única señal de que algo anda mal con su amigo peludo.

A veces algo tan simple como la falta de un aseo adecuado y unas garras demasiado grandes puede ser la razón de la incapacidad de su gato para caminar correctamente. Sin embargo, también existe la posibilidad de un problema de salud no diagnosticado.

Trastornos de la salud

Los trastornos basados en la salud física más comunes que causan cojera en los gatos son la artritis, la displasia de cadera y de las articulaciones, la hemofilia, los cánceres, la luxación de la rótula y la pododermatitis de las células plasmáticas. Independientemente de la edad de su gato, es posible que su mascota tenga un problema de salud subyacente sin diagnosticar.

Tratamiento y curas: ¿Qué hacer cuando su gato está cojeando?

Como ya se ha mencionado, hay algunas causas de cojera que no requieren atención médica de emergencia o costosa. Esguinces, picaduras leves de insectos o garras crecidas pueden ser tratadas fácilmente.

Un gran error que muchos padres de mascotas cometen es esperar a ver si el gato mejora por sí mismo.

Darle a su mascota un día o dos para comprobar si la cojera desaparece está bien, pero esperar más tiempo puede empeorar cualquier condición no diagnosticada, inflamaciones y lesiones. Si no puede ver ninguna herida visible y no sabe por qué su gato cojea, llame a su veterinario.

Dirigirse a la oficina del veterinario para un chequeo de emergencia es la mejor manera de localizar el problema. Si estás tratando de ahorrar dinero de los viajes al veterinario, descuidar una cojera no es tu mejor opción. En el peor de los casos, tu mascota tiene un trastorno de salud subyacente y cuanto más esperes, más caro será su tratamiento.

El veterinario llevará a cabo exámenes físicos, incluyendo una radiografía, para comprobar si hay fracturas, e incluso puede optar por análisis de sangre y de heces para comprobar si hay infecciones internas.

No hay un tratamiento definitivo ni remedios caseros, ya que las causas de la cojera varían. Puedes optar por un leve alivio del dolor para los gatos antes de ir al veterinario. Otra cosa que puede hacer es proporcionarle a su mascota descanso y comodidad en un ambiente libre de estrés. Sin embargo, el verdadero plan de tratamiento dependerá del diagnóstico del veterinario.

En algunos casos es posible que su mascota sea hospitalizada o que requiera reposo en jaula. En cualquier caso, debe seguir las instrucciones del médico detenidamente para ayudar en el proceso de recuperación.