¿Qué es el autismo?

El término Trastornos del Espectro de Autismo (TEA) describe un grupo de complejos trastornos cerebrales del desarrollo cuyos síntomas pueden aparecer en la infancia o más tarde en la niñez, afectando el habla y el comportamiento. Se estima que los TEA afectan a uno de cada 110 niños, y que los niños superan a las niñas en una proporción de tres o cuatro a uno. En los Estados Unidos, se estima que uno de cada 70 niños es diagnosticado con autismo.

Según la Clínica Mayo, los síntomas del autismo incluyen:

Falta de habilidades sociales

No responder al propio nombre, tener poco contacto visual, aparentar no escuchar la conversación, resistirse a los abrazos y abrazos, no ser consciente de los sentimientos de los demás, jugar a solas y retirarse al «propio mundo»

Problemas de lenguajeRetrasos en el desarrollo, comienza a hablar después de los dos años, incapaz de hacer contacto visual al hacer peticiones, hablar con un tono, ritmo, voz de cantante o habla de robot anormal, incapaz de iniciar una conversación o mantenerla, y repetir palabras al pie de la letra sin entender cómo usarlas

Problemas de conducta Realizar movimientos repetitivos, como mecerse, girar o dar palmadas, desarrollar rutinas o rituales específicos, alterarse al más mínimo cambio de rutina o ritual, moverse constantemente, estar fascinado por partes de un objeto (como las ruedas giratorias de un coche de juguete), y ser inusualmente sensible a la luz, el sonido y el tacto pero ajeno al dolor físico

Teniendo rabietas o derretimientos gritando, llorando, golpeando, etc.

Aunque no hay cura para los TEA, las intervenciones educativas y conductuales, los medicamentos y otras terapias han demostrado que mejoran los síntomas, especialmente si la intervención se realiza a tiempo.