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Los perros tienen hipo. ¿Quién lo sabía, verdad? Resulta que esto es bastante común, especialmente en los cachorros. ¿Pero qué causa el hipo de los perros, y hay casos en los que realmente indican un problema médico?
El hipo es definido por Merriam-Webster como una «inhalación espasmódica con cierre de la glotis acompañada de un sonido peculiar». Ocurren cuando el diafragma – el separador membranoso del abdomen del tórax – tiene espasmos. El diafragma recibe su suministro nervioso del nervio frénico, que es un nervio grande e importante que se origina en la médula espinal cervical (cuello). El nervio frénico recibe información del diafragma y la transmite al mismo, ayudando a la respiración.
Si el nervio frénico está inmaduro (como en los cachorros) o se irrita (como en los adultos), puede producirse hipo.
¿Su cachorro tiene hipo?
El hipo de los cachorros no suele ser una preocupación. Al igual que los bebés humanos, los cachorros tienen hipo en el útero y después de nacer. Esto se debe a que el nervio frénico y el diafragma no han terminado de madurar y se estimulan fácilmente. A medida que los cachorros envejecen, deberían crecer. Según la Red de Información Veterinaria (VIN), la mayoría ya no tendrá estos ataques de hipo después de unos 4 meses de edad, aunque algunos pueden persistir hasta los 6 meses. Si un cachorro tiene hipo y dura mucho tiempo o parece irritante, puede intentar colocarlo boca arriba y hacerlo rodar suavemente de lado a lado un par de veces. A veces, esto detendrá el espasmo.
Hipo del perro adulto
El hipo es mucho menos común en los perros mayores, ya que el nervio frénico y el diafragma están maduros y se irritan con menos facilidad. Como en cualquier escenario, un cambio en el estado de salud normal de un perro debe ser evaluado por un veterinario de confianza. Si su perro de repente comienza a desarrollar ataques frecuentes de hipo, es necesario que visite al veterinario.
Su veterinario reunirá una historia detallada, preguntando detalles sobre cuándo comenzó el problema, cuánto duran los combates y si algo parece desencadenarlo. Después, se llevará a cabo un examen físico. Esto incluye los signos vitales, un peso, y el examen de los sistemas principales: piel, corazón y pulmones, nódulos linfáticos, el sistema ortopédico, y los órganos abdominales. Si no se encuentran anomalías, su veterinario puede recomendar una simple observación en casa. Esto podría incluir el registro del episodio durante el transcurso de varios días. Varias condiciones diferentes pueden imitar el hipo, incluyendo convulsiones focales, estornudos inversos o enfermedad de reflujo. Un registro ayudará a su veterinario a identificar lo que está sucediendo.
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También se podrían recomendar radiografías del abdomen y el pecho. Dado que el hipo se origina por la irritabilidad del nervio frénico/diafragma, cualquier cosa que cause presión sobre el diafragma (desde el interior del pecho o el abdomen) podría provocarla. Las radiografías pueden ayudar a identificar la causa.
Si no lo hacen, su veterinario probablemente tomará una actitud de espera. El hipo crónico en los seres humanos se ha relacionado con una serie de trastornos que incluyen lesiones en el sistema nervioso central, pericarditis (inflamación del saco que rodea el corazón), cánceres de cuello, pecho y abdomen, y anomalías electrolíticas. Esto no se correlaciona necesariamente con los perros, pero es una información útil para tener si se sigue investigando. Los casos de perros con hipo crónico son raros, así que es difícil saber si son médicamente significativos. En la mayoría de los casos, es probable que no lo sean.
No hay un tratamiento real para el hipo. Algunos remedios caseros incluyen la técnica de rodar descrita anteriormente y poner una cucharadita de azúcar en la parte posterior de la lengua. Si estos funcionan o no, no se ha investigado a fondo.
Como siempre, en caso de duda, consulte a su veterinario para que le aconseje.